martes, 10 de febrero de 2009

Pruebas para detectar VIH

El VIH se detecta por estudios de laboratorio. Con ellos, se mide la reacción del sistema inmune ante la agresión del VIH, es decir, dejan saber si el cuerpo está produciendo anticuerpos contra el
VIH. Si el cuerpo está creando anticuerpos significará que la prueba es positivo.

Hay varios tipos de pruebas entre ellas podemos destacar el Test de Elisa y el Western blot.


TEST DE ELISA

La técnica de Elisa ( Enzyme Linked Inmunoabsorbevent Assay ) se basa en un ensayo que permite detectar un antígeno inmovilizado sobre una fase sólida, mediante la utilización de un anticuerpo apropiado.
Emplea reactivos económicos, fáciles de conseguir y es utilizada en combinación con deferentes métodos de espectrofotometría para la posterior identificación del antígeno.
Existen métodos ELISA directos ( utilizando un solo anticuerpo), indirecto (utilizando un anticuerpo marcado y otro secundario marcado contra el primario) y en sandwich (que combina las técnicas anteriores en forma sucesiva.


WESTERN BLOT

Es una discriminación de los antígenos del VIH frente a los que se dirigen los anticuerpos presentes en la muestra.
Básicamente se basa en la separación de las proteínas, antígenos obtenidas del VIH-1 procedentes del lisado del cultivo del virus y purificadas por centrifugación. La proteína viral así obtenida se coloca en un gel de poliacrilamida en forma de láminas delgadas y luego se efectúa una electroforesis con la que las proteínas de menor peso molecular, p17 y p24, emigran más lejos en el gel, mientras que las de mayor peso molecular se mantiene cerca de su lugar de depósito. Posteriormente, se transfieren a una tira de nitrocelulosa y se cortan en tiras de unos 5 mm de ancho. Estas son las tiras que se exponen al suero humano diluido, después de una incubación se lavan y se vuelven a incubar con una IgG antihumana marcada con una enzima que con la exposición a un revelador enzimático producirá una banda coloreada en las zonas correspondientes a los anticuerpos específicos que contenga la muestra.

sábado, 7 de febrero de 2009

Drogas y sida

Estudios realizados han demostrado que el uso de las drogas y del alcohol afecta a la conducta de las personas. En ocasiones afecta de tal manera que el individuo no es consciente de sus actos. Esto puede afectar en su vida sexual llegando a tener relaciones sin precaución lo que aumenta las posibilidades del infección.

Como he mencionado en algún momento en el blog, el compartir jeringuillas en el momento de drogarse hace que el individuo se vuelva vulnerable al contraer la enfermedad.

En el año 1996, Centros para el Control y Prevención de Enfermedades hicieron un análisis recogiendo datos de las 96 ciudades más grandes de Estados Unidos. Cuyo resultado fue la mitad de las infecciones de esta enfermedad son entre los usuarios de drogas inyectables.

Se estimula que sobre unos 19.000 individuos que se drogan de manera inyectable se contagian en estas zonas, lo que daría una media 1.5 infecciones anuales por cada 100 individuos.

El sida y el embarazo

Cuando una mujer seropositiva está embarazada, el tratamiento a seguir es el mismo que una persona normal pero añadiendo unas pruebas específicas, como las pruebas invasoras como la amniocentesis que se realiza para tomar muestras del líquido amniótico que rodea al feto permitiéndonos saber si hay presencia de malformaciones fetales.
También se hace un análisis de sangre del cordón umbilical o las muestras de placentas.
A la hora del parta se debe evitar la rotura de la bolsa amniótica, pues esto aumenta el riesgo de contagio.

Cuando llega el momento del parto, una opción es hacer la cesárea selectiva ( el parto no empieza de forma natural sino que se decide cuando hacer) ya que con este tipo de cesare se evita la ruptura de membranas, pero muchas mujeres no eligen esta opción puesto que puede producir sangrados, infecciones....

En cuanto a la lactancia.... El VIH se encuentra en la leche materna. Un 29 % de las transmisiones materno-infantil se produce por amamantamiento por lo que es aconsejable que las madres seropositivas eviten amamantar a sus hijos para disminuir el riesgo de contagio.

Desarrollo de la infección

Normalmente se admiten tres etapas en la infección provocada por el VIH:

Período de infección: dura de 1 a 6 meses desde el momento del contagio. Los síntomas que se suelen presentar son los parecidos a una gripe, es decir, fiebre, cefaleas, inflamación de ganglios linfáticos, dolores musculares, etc

En este período no se detectan aún en el plasma los anticuerpos contra el virus, pero éste está presente y el enfermo puede ser transmisor.

Fase asintomática: a partir del período de infección, puede durar desde meses a años, calculándose que en el 30 a 35% de los infectados sin tratamiento, puede durar hasta 7 u 8 años. En los recién nacidos infectados, no sobrepasa los dos años.

En este período ya se detectan los anticuerpos contra el virus, por lo cual se dice que el infectado es seropositivo y parece que hay un cierto equilibrio entre el virus y el sistema inmunitario que lucha contra él, pudiéndose presentar, de vez en cuando, fases agudas similares a la del período de infección, que corresponden a momentos de actividad replicadora del virus.

En esta fase, el enfermo es también un posible transmisor.

Deterioro del sistema inmunitario y sida: al producirse un déficit de linfocitos T lisados por el virus, la lucha del sistema inmunitario se va debilitando, no sólo contra el virus, sino también contra toda posible enfermedad. Se aprecian además lesiones producidas en el sistema nervioso y en el digestivo como diarreas, desnutrición... Al desaparecer las defensas inmunitarias, proliferan lo que se denominan infecciones oportunistas, causadas muchas de ellas por protozoos y hongos, fácilmente vencidos en estado normal. Podemos citar como ejemplo las neumonías, meningitis, trastornos digestivos entre otros.

viernes, 6 de febrero de 2009

Concepto y tipo de virus

Se trata de partículas menores que cualquier otro tipo de células y con una organización más sencilla. No realizan funciones de nutrición ni de relación pero si son capaces de reproducirse pero lo hacen en el interior de una célula huésped y utilizando las estructuras de las mismas.

El virus es una forma acelular causantes de numerosas enfermedades infecciosas denomidas virosis. Son parásitos intracelulares y fuera de la célula huésped son metabolicamente inertes, existiendo tres clases principales según sea el organismo parasitado: virus de animales, virus de plantas y virus de bacterias ( fagos o bacteriógrafos).

Diferencias entre célula y virus

Características:


ÁCIDO NUCLEICO

Célula: contienen ADN y ARN
Virus: contienen sólo ADN o sólo ARN

METABOLISMO

Célula: realizan metabolismo y crecen
Virus: carecen de metabolismo y no son capaces de crecer

REPRODUCCIÓN

Célula: se reproducen a partir de sus componentes por división celular
Virus: se reproducen sólo a partir del ácido nucleico, por síntesis y reorganización de sus componentes.


Cada partícula vírica o virión está formada básicamente por un bloque de ácido nucleico o genoma vírico, rodeado por una cubierta proteica o cápsida. El conjunto de ácido nucleico y cápsida recibe el nombre de nucleocápsida.

El genoma vírico está constituído por una o más moléculas de ADN o de ARN pero nunca por los dos tipos de ácidos nucleicos. El ADN puede ser lineal o circular y el ARN es siempre lineal. Ambas cadenas puedes ser monocatenarias o bicatenarias.

La cápsida es una cubierta protectora del ácido nucleico, que le sirve de vehículos de paso de una célula a otra. Puede estar desnuda o rodeada por una envoltura lipoproteica constituída por una bicapa lipídica.

Podemos diferenciar tres tipos de viriones:

Viriones helicoidales: los capsómetros se disponen en forma de hélice originando una cápsida de aspecto cilíndrico con una ranura helicoidal, en su interior se sitúa el ácido nucleico.

Viriones icosaédricos: la cápsida tiene forma de icosaédrico,en cuyo interior se apelotona el ácido nucleico.

Viriones complejos: entre ellos destacan los bacteriógrafos que constan de varias partes:

Cabeza: cápsida de tipo icosaédrico, en cuyo interior se localiza el ácido nucleico.

Cola: formada por un tubo hueco central, a través del cual pasa el ácido nucleico durante la infección celular, rodeado por una vaina que puede contraerse.

Placa basal: presenta unos filamentos o fibras caudales, por los que se unen químicamente a la pared celular bacteirana, y unos ganchos o espinas basales que se clavan en dicha pared para unirse mecánicamente a la célula.



Acción del VIH

Este virus tiene afinidad por las células portadoras del receptor CD-4. Estas células son: los linfocitos T-4, los macrófagos y monocitos y muchas células nerviosas y de la mucosa digestiva. El virus se unirá a estas células y pasará a su interior, reproduciéndose según el ciclo lítico y el ciclo lisogénico.

Ciclo lítico.Podemos resumirlo de la siguiente manera: El ARN, gracias a la retrotranscriptasa, forma ADN que se unirá al genoma de la célula infectada. A partir de ahí, comienza a fabricar nuevos elementos víricos, que se ensamblarán en nuevos viriones, que, o bien salen de una forma brusca y en gran número, produciendo la lisis y destrucción celular, o bien de una forma escalonada, es decir, poco a poco, a modo de vesículas de secreción y dejando la célula exhausta.

Ciclo lítico: El ADN del virus, unido al de la célula huésped, se multiplica con esta célula de una forma progresiva y con la capacidad de revertir , por cualquier factor estimulante, al ciclo lítico.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Los fármacos permiten una mejor esperanza de vida.

las terapias antirretrovirales , que se empezaron a utilizar al final de la década de los noventa, han supuesto una auténtica revolución en el campo de la lucha contra el VIH. La mortalidad ha caído un 42% debido a que, gracias a ellos, muchos seropositivos no han desarrollado la enfermedad del sida. Los antirretrovirales reciben tal nombre porque impiden la formación de VIH que es un retrovirus, es decir, su información la guarda en un ARN y, a partir de el, forma un ADN que dirigirá la multiplicación del virus. Los nuevos fármacos utilizados se agrupan en 3 categorías:
  1. Los inhibidores de la transcriptasa inversa análogos a los nucleósidos. Se trata de compuestos que se unen como un nucleósido más a la cadena de ADN que se está formando a partir del ARN viral, interrumpiendo su síntesis. Entre ellos están el AZT o azidovirus, ddI o zidovudina, el 3TC o lamiduvina y el d4T o estavudina.
  2. Los inhibidores de la transcriptasa inversa no análogos a los nuclósidos. Inhiben la actividad enzimática por un mecanismo diferente, entre ellos se encuentran la nevirapina y el efavirenz.
  3. Los inhibidores de la proteasa. Impiden que las proteasas rompan las proteínas sintetizadas a partir del material genético del virus; así no se pueden ensamblar y conformar las diferentes cubiertas del virión. Los más conocidos son el ritonovir y el indinavir.
A pesar de ello, hay todavía gran número de problemas debidos principalmente a la toxicidad de todos estos fármacos. La solución definitiva sigue siendo la búsqueda de una vacuna que prevenga el contagio y, mientras llega, la educación y alerta de la población para que tomen todas las precauciones indicadas que eviten el contagio.